Este año decidí cambiar de trabajo. Después de una buena búsqueda, varias entrevistas y pruebas, me hicieron una oferta donde me ofrecían 10k más al año (3k más de lo que yo estaba pidiendo). No solo era un salto salarial importante, sino que además era un proyecto de cero con Angular que me tenía muy entusiasmada porque iba a aprender muchísimo.
Lo acepté con mucha emoción sin dudarlo, pero justo después vino el terror: “Es demasiada plata para lo que soy, me van a exigir un nivel que no voy a poder alcanzar…” como si yo los hubiera engañado en la entrevista diciéndoles que tengo más experiencia, como si yo no valiese eso. La inseguridad se me montó encima.
Comencé a poner mi valor en un número y, por supuesto, era “un número muy alto para lo que soy”. 27k euros al año. No estoy hablando de 60k… 🙄
Y esto no era todo, amigos. A todo esto dando vueltas en mi cabeza sin parar se le unieron otros pensamientos: “voy a dejar un trabajo estable, voy a dejar un contrato indefinido en el que ya había pasado el período de prueba unos 8 meses antes por un nuevo trabajo que nunca sabes cómo te va a ir… Y ESTAMOS EN UNA PANDEMIA”.
Había puesto la renuncia y me quedaban 2 semanas que las iba a trabajar en vez de pillar vacaciones porque necesitaba el dinero, pero no pude. Estaba realmente mal, no me podía concentrar en nada, no tenía cabeza para nada más que para pensar en todo esto y ahora peor porque ya había tomado la decisión.
Fíjate tú cómo es mi cabeza que en vez de estar emocionada por el cambio que era positivo en todos los sentidos, lo que hice fue enfermarme: no me podía concentrar en nada, comencé a tener gastritis, no podía dormir, me despertaba a cada rato exaltada con el corazón a millón. Tenía mucho miedo de que todo saliera mal.
Creo que todos tenemos mucha incertidumbre y nervios cuando entramos a un trabajo nuevo. Por más que hayas preguntado mucho en la entrevista, no sabes lo que es trabajar en este nuevo equipo, no conoces a tus compañeros, no sabes cómo es el flujo de trabajo y si es consultora, muchas veces entras sin saber a qué proyecto vas ni con qué tecnología vas a trabajar. Pero además, a mi se me unió con todos esos pensamientos que ya estaban de antes: “no voy a dar la talla, es mucha plata para lo que soy capaz”.
Comenzaron a pasar los días y el trabajo no me gustaba nada y se estaba cumpliendo ese miedo que tanto tenía: que todo saliera mal, pero pensaba que era yo que soy una inconforme, que todos estos pensamientos no me estaban dejando pensar con claridad, que tal y que cual. El día que me presentaron el proyecto en el que iba a trabajar me di cuenta de pequeñas cosas que no me habían contado: era un proyecto enorme que, apretando estimación, se hacía en un año y medio mínimo y lo cerraron para 6 meses y la única front era yo🙃 Incluso para definir la arquitectura en el front🙃 Yo-sola.
Por supuesto que me gustan los retos y más en los que voy a aprender y más aún si es comenzar una app en Angular de cero. Pero… hay que ser realistas. Yo no iba a poder hacer eso yo sola en 6 meses. Al menos no sana.
En cada reunión que se hacía, se repetía constantemente “no se puede fallar, vamos mal de tiempo”. Comenzó a darme una ansiedad del copón. Tenía un dolor en el pecho, sentía que me ahogaba, tenía gastritis y no podía dormir. Y pensé “si estoy sintiendo esto sin siquiera comenzar, solo con las reuniones previas, me voy a enfermar muy mal si sigo”. Lloraba todas las mañanas antes de levantarme para ir a trabajar porque no quería.
Y un viernes hubo una reunión donde dijeron “no se puede fallar, vamos mal de tiempo así que nada de ponerse malos y olvídense de vacaciones en navidad”. Este fue el día que lo hablé con amigos y recuerdo que les mandé una nota de voz a mis hermanos llorando diciendo “no voy a poder”.
No se ustedes, pero yo casi todos los días del período de prueba pienso que me van a echar. Acabo el día y digo “bien, otro día superado”. Pasar el periodo de prueba es un logro, bajan los nervios, dices “yes! Les gusto! No me quieren echar!”. Somos nosotros los que nos sentimos evaluados durante este tiempo, los que pensamos que si nos resbalamos o no encajamos al 100%, nos echan. Y nos echan sin más.
Pero hay algo que a veces nos olvidamos y yo necesité que me lo dijeran. Yo digo que Fran es como mi mentor porque es quien más me ha ayudado a tomar decisiones en momentos clave. Le pedí que por favor me dijera qué haría él y me dijo: los períodos de prueba son bidireccionales. ¡Y no sabes lo que yo necesitaba escuchar eso! Y es que es así. Es un período en el que no solo te están evaluando a ti, tú también estás evaluando a ese equipo, a esa empresa, a ese proyecto. Tú también estás en ese tiempo en el que es completamente válido pensar que no es el sitio en el que quieres estar y poder tomar la decisión de irte.
Y tomé la decisión.
¿Pero sabes qué fue lo peor de todo? que lo que me tenía peor y lo que más me costaba era aceptar que no había pasado un mes y ya me quería ir. Me sentía fracasada y arrepentida. Me juzgué, me critiqué y me culpé.
Un viernes tomé la decisión, el jueves estaba recibiendo una llamada de Sngular, el lunes era festivo así que el martes me estaban haciendo una oferta. Casi el mismo salario. Y ¿adivinen qué? Esta vez no me sentí mal, no sentí que era “un número demasiado alto para mí”. Me di cuenta que eso es lo que se paga por un junior con el mismo tiempo de experiencia que tengo yo y ya. Es lo que paga el mercado. Están pagando por mi trabajo y por más junior que sea me tengo que poner en valor. Y no estoy engañando a nadie en las entrevistas, saben que soy junior y saben cuáles son mis capacidades y mi potencial.
Fueron dos meses muy horribles. La pasé muy mal en mi cabeza y, por tanto, físicamente. Aumenté muchísimo de peso en ese tiempo, me daba atracones para poder calmar la ansiedad que tenía y muchas veces era tanto que hasta vomitaba.
Es verdad que a mi se me unieron muchas cosas: comencé ese trabajo ya con una inseguridad encima y con comienzos de ansiedad por haber dado ese cambio. Además fue el momento en el que decidí reducir la medicación (con seguimiento del psiquiatra) y no fue posible. Y no podemos olvidar que ha sido en pleno 2020.
Desde que dejé ese trabajo y comencé en Sngular, se comenzaron a ir poco a poco todos mis males, comencé a dormir nuevamente, se fue la gastritis, el dolor de pecho y ya no me sentía ahogada. Me hice exámenes y todo está en orden, a pesar de tener obesidad (Las personas obesas no están enfermas, oye ☺️). Debo hacer deporte pero el aislamiento me lo he tomado muy en serio y me cuesta salir de casa. A veces voy a boxear pero debería hacerlo más veces.
A mi me encantaría poder ser un poco más estable emocionalmente y que no me afecten tanto estas cosas, sin embargo me siento muy bien de haber podido tomar las decisiones correctas en los momentos correctos antes de que fuese demasiado tarde. Y comencé a hablarlo abiertamente y me he encontrado a mucha gente que ha dejado un trabajo al mes de haber entrado y todo ok.
Estoy contenta en Sngular y sobre todo estoy tranquila ☺️No me inquieta que pueda cobrar más en otro lado porque creo que es un salario bastante justo y bueno para mi experiencia. Ya no me estoy endeudando y ya puedo vivir al márgen pagando mis deudas y se que poco a poco todo mejorará. No me inquieta el trabajar con tecnologías punteras y que estén de moda, me da igual porque estoy aprendiendo mucho, estoy en un equipo que me encanta y solo quiero poder seguir aprendiendo y mejorando este año que viene.
Escribo esto porque no me gustaría saber que hay alguien por ahí que recién acaba de entrar a un trabajo que no le gusta y que no le hace bien y no se mueve por el “qué dirán” o por vergüenza de haber durado poco. Creo que es un sector en el que la gente da bastantes brincos entre trabajos buscando mejoras salariales, así que no creo que esté mal visto que tu des un brinquito por tu salud mental.
A ti, que lees, te deseo mucha salud sobre todo mental y que no tengas que pasar por momentos así por un trabajo y que si te sientes cerca de estar así, busca ayuda y además puedes escribirme e intentaré ayudarte a ver las cosas con más claridad.
NO PASA NADA por durar poco en un trabajo. Si hay algo que no te gusta, que no te encaja y sobre todo no te hace bien, cambia en lo que puedas. No tengas miedo. Creo que más miedo te debe dar estar en un trabajo donde puedas enfermar.
Que tengan feliz 2021😄